Un espacio que fusiona lo moderno y lo clásico y donde lo que en apariencia es más sencillo se transforma en elegante e intemporal.
El blanco reina en los interiores: paredes, techos y los suelos en mármol Tassos se muestran impolutos. Las notas de color las aportan los sillones de Jacobsen tapizados en terciopelo, los cojines en seda y la pareja de columnas españolas en madera policromada de finales del XVIII.